Y las 7 verdades que ellos omiten
Tradução de Jorge Luiz dos Santos
Las preguntas hechas por João Fellet, de la BBC en Washington, al senador Aloysio Nunes, expresan la narrativa creada por el PT para propagar a la prensa internacional que un plan de golpe de Estado estaría ocurriendo en Brasil. Vamos a modificar parte de las preguntas – con algunas adiciones – en el guión de las reivindicaciones falsas.
1 – Al votar por la apertura del proceso de impeachment (destitución) casi ningún diputado ha mencionado el tema central de la queja, los trucos fiscales (“pedaladas” fiscais en Portugués, accounting tricks en Inglés). Esto indica que Dilma está siendo despedida por otras razones no incluidas en el proceso.
2 – Dice el gobierno que administraciones anteriores y gobiernos de los estados brasileños – incluso del PSDB, principal partido de la oposición – también han hecho los trucos fiscales y no han sido derrocados.
3 –Durante su voto, el diputado Jair Bolsonaro exaltó a los militares de 1964 y al coronel Brilhante Ustra, condenado por tortura y secuestro. Esto es prueba de que la derecha está involucrada en la conspiración para sacar a Dilma del gobierno, sin que ella haya delinquido.
4 – EE.UU tendría interés y estaría actuando a escondidas favorablemente a un cambio de gobierno en Brasil.
5 – El paso siguiente al impeachment sería una operación de obstrucción de la Operación Lava-Jato para liberar de la responsabilidad a los políticos corruptos que intentan dar un golpe de Estado en Dilma. La mayoría de los que ha votado por el impeachment son corruptos y están solamente intentando liberarse del proceso.
6 – El presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha no tenía credibilidad para conducir el impeachment. Las acusaciones contra él hacen insostenible su posición. Él fue quien maquinó todo por venganza y condujo el proceso de modo que el pedido de impeachment fuese aprobado por la Cámara.
7 – Michel Temer no tiene condiciones de ser presidente del país. Las citaciones sobre Temer en la Operación Lava-Jato complican su situación.
Conclusión. El processo es ilegítimo. Se propone atrapar 54 millones de votos recibidos por una persona honesta, elegida de modo legítimo. Es un golpe (parlamentario) producido por las elites, que no acceptan el resultado de las urnas de 2014, no aguantan “ver a un pobre estudiando en la universidad y viajando en avión”.
LO QUE OMITEN
1 – Que el proceso de impeachment fue validado por el Supremo Tribunal de Brasil (STF), cuya mayoría de componentes (8 en 11) han sido nombrados por Lula y Dilma. Que fue este STF que ha establecido el rito del impeachment (lo cual está siendo estrictamente obedecido por el Congreso) y que la mayoría de sus ministros (como son llamados en Brasil los jueces del Supremo Tribunal) desautoriza en público la falsa acusación de un golpe de Estado en el país.
2 – Que la mayoría de los diputados que han votado sí al impeachment (367 de los 513) era de la base del Gobierno hasta hace poco. Que Temer es el vice-presidente de la República, elegido 2 veces por Dilma y por el PT, como representante de su principal alianza (con el PMDB). Dilma incluso lo nombró hace poco como su articulador político. Que hasta la fecha, no hay ninguna acusación consistente contra Temer en la Operación Lava-Jato.
Que Cunha no proviene de la Oposición pero sí de la base del gobierno y que no fue él quien aprobó el proceso de impeachment, habiendo sólo cumplido su función protocolar de acatar la solicitud de impeachment y conducir el respectivo proceso como presidente de la Cámara de los Diputados.
3 – Que todos los líderes de la Oposición parlamentar apoyan la Operación Lava-Jato y que la abrumadora mayoría de la población también la apoya, aparte de considerar al juez Sergio Moro como un héroe de la Democracia.
4 – Que el impeachment fue gestionado por el Parlamento debido a la fuerte apelación de millones de personas que han salido a las calles en las más grandes manifestaciones políticas de la Historia de Brasil, ocurridas el 15 de marzo, 12 de abril, 16 de agosto de 2015 y 13 de marzo de 2016. Que en Brasil hay hoy en día una Oposición popular que no fue coordinada, tampoco es dirigida, por cualquier actor político tradicional, pero sí ha emergido de la Sociedad y está dispuesta a ejercer resistencia democrática. Que esta Oposición popular no está asociada con Temer, Cunha, tampoco con Aécio Neves (presidente del principal partido de Oposición).
5 – Que la abrumadora mayoría de la población (casi 80%), según las encuestas de todos los institutos de opinión confiables, rechazan el gobierno Dilma y que más del 60% de los brasileños son favorables al impeachment.
6 – Que Dilma ha cometido varios crímenes de administración, que están tipificados en los informes de la comisión de impeachment de la Cámara de los Diputados. Que hubo realmente tanto en el gobierno Lula como en el gobierno Fernando Henrique, durante algunos meses, una modesta brecha entre el momento en que los bancos públicos hacían gastos para financiar algunos programas sociales y el momento en que el banco recibía dinero del Tesoro, pero la suma en ambos los casos no pasó los R$ 500 millones. Con Dilma fueron R$ 57.000 millones (en gran medida gastados irregularmente durante el año electoral). Que ella ha cometido también – aunque esto no está en juicio en este proceso de impeachment – muchos otros crímeses relacionados con la compra fraudulenta de la refinería de Pasadena y al Petrolão en su totalidad, que ha intentado trabar la Justicia (al nombrar un ministro del Supremo Tribunal de Justicia para liberar de la cárcel al jefe de una pandilla de contratistas, Marcelo Odebrecht), que estaba involucrada con el montaje de un falso informe contra la Señora Ruth Cardoso, a través de su agente en la Casa Civil, Erenice Guerra (la cual está siendo imputada por varios crímenes gravísimos). Y que, aparte de todo esto, se convirtió en sub-jefe de pandilla (el jefe es Lula), convirtiendo el Palacio del Planalto en un bunker donde hace mitines para la militancia del Partido y lanza ataques violentos contra las instituciones parlamentarias y judiciales del Estado democrático de derecho. Que, en la práctica, entregó la presidencia del país a Lula (el cual no tiene cualquier mandato, pero tiene el poder real de sobornar parlamentares con dinero en efectivo o con cargos públicos en una habitación de hotel situado cerca del Palácio da Alvorada, residencia presidencial oficial). Y, por último, inventó una falsa narrativa de golpe, en desacuerdo con lo que dicen las instituciones de la Democracia Brasileña.
7 – Que la solicitud de impeachment no ha sido hecha por la Oposición, sino por Helio Bicudo, (ex-miembro de la Dirección Nacional del PT), Janaina Pachoal y Miguel Reale Jr., todos juristas reconocidos y de buena reputación, los cuales no tienen cualquier vínculo con la corrupción.
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